Bien es sabido que el plomo mata lentamente, aunque hay personas que no quieren darle la importancia que verdaderamente se merece. Por eso mismo os voy a contar esta historia.
Las tuberías fueron inventadas por los romanos, al principio, realizadas de bronce y posteriormente a base de plomo. Su construcción era de ese material porque es un residuo que deja la plata al trabajarla y en el imperio romano abundaba.
No solamente construían tuberías, la mayoría de los utensilios usados por la clase social alta como platos, vasos, cubiertos, bañeras e incluso vasijas de vino estaban realizadas con este material.
En el caso de las vasijas de vino, las realizaban de bronce en primer lugar, material que cambiaron por el plomo porque el primero dejaba sabor a todos los líquidos y estropeaba el vino, cosa que, según los romanos, no pasaba con el plomo. El vino se hervía para darle ese toque y color “especial” y posteriormente se dejaba fermentar en vasijas recubiertas de plomo.
Lo que ellos desconocían es que ese toque “especial” que se conseguía en el vino era causado por el acetato de plomo (un potente eliminador de hongos y parásitos – fungicida), resultado de hervir lentamente el vino en recipientes con este material.
En Roma era común realizar las denominadas saturnales romanas, fiestas realizadas en honor al dios Saturno. En estas fiestas, la alta sociedad romana consumía grandísimas cantidades de vino, algo que era tremendamente perjudicial para su salud al resultar crónicamente intoxicados por plomo, confundido habitualmente en aquella época por intoxicaciones etílicas.
Una sola cucharadita de ese brebaje tomado diariamente bastaba para una intoxicación crónica por plomo. Si se calcula que un miembro de la nobleza romana podía ingerir de forma diaria alrededor de 5 litros de vino “adulterado” ya os podéis imaginar cómo debía estar su organismo.
Por este motivo se cree que el imperio romano cayó, debido a una terrible intoxicación plúmbica o saturnismo, llamada así la enfermedad por las fiestas romanas anteriormente citadas, que afectaba poco a poco a sus altos mandatarios y miembros de la nobleza hasta la muerte.
Así que la intoxicación por plomo no hay que tomársela a la ligera.
En muchas viviendas, pese a estar prohibidas, siguen existiendo tuberías y desagües realizados en plomo.
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Eva Irene B. G. / Redacción
Desatascos Cubacas