En nuestro trabajo la limpieza y vaciado de fosas sépticas está a la orden del día, sobre todo en Almazora, Benicàssim, Almenara, Benicarló y Vinarós en casas y villas particulares donde todavía no se ha instalado un buen sistema de alcantarillado por parte de los ayuntamientos y terrenos rurales donde la red de alcantarillado no está prevista.
Mucha gente, ante esta problemática apuesta por la instalación de una fosa séptica, un procedimiento relativamente rápido y barato donde solamente te tienes que preocupar de su mantenimiento a partir del primer año, llegando a poder aguantar incluso tres años dependiendo de sus características, dimensiones y frecuencia de uso.
En cambio, con el impacto que está generando el cambio climático en muchas zonas, cada vez más gente se plantea la instalación de un biodigestor en lugar de una fosa séptica.
A simple vista la diferencia entre los biodigestores y las fosas sépticas no son tan grandes, en cambio, pese a que el coste de la instalación de un biodigestor que funcione adecuadamente es bastante más elevada, el uso cotidiano de éste proporciona gas para la calefacción, reduce los desechos orgánicos de manera sorprendente, produce abono de calidad para las plantas y facilita su limpieza y mantenimiento, lo que a la larga se resume en una gran contribución al medio ambiente y un importante ahorro económico.
En cuanto a su mantenimiento, no es necesario utilizar productos químicos, de hecho está contraindicado, para la disolución de las heces y otros desechos orgánicos como la comida y el papel, ya que su fermentación anaeróbica (sin aire) es lo que produce gas metano para calentar el agua con la que nos duchamos o para hacer funcionar calefacciones centrales que utilizan este tipo de combustible.
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Eva Irene B. G. / Redacción
Desatascos Cubacas