Para comenzar deberíamos decir que la dureza del agua ocurre debido a la concentración de los compuestos minerales que se encuentran en una determinada cantidad de agua. Este compuesto es una mezcla de calcio y magnesio, y para que se catalogue como agua dura, debe haber una elevada cantidad de ellos en el agua.
La dureza del agua ¿influye en nuestro día a día?
La respuesta es sí. Con el jabón se nota; la espuma resultante del contacto del jabón con el agua es mucho menor que en otro tipo de agua. Eso sucede porque el contacto entre los compuestos del jabón con el magnesio y el calcio hace que sean menos efectivos y condiciona a que se utilice aún más jabón de lo habitual en el lavado o aseo con aguas de otras durezas.
Pero no sólo eso, que un tipo de agua sea más dura también influye en nuestros electrodomésticos; por eso es muy importante ajustar el funcionamiento de estos a la tipología del agua, tanto para aumentar la vida útil del lavavajillas, termo o lavadora, como para que estos sean más efectivos en sus funciones; ya que si es muy dura el agua se generarán sales insolubles que exigirán más cantidad de detergente para un mismo resultado en otros tipos de agua.
El agua dura y su sabor
Pero, el exceso de minerales en el agua también influye en su sabor, siendo mucho peor que en otras ¿ Os suena?.
Pero tampoco pensemos que el agua blanda tendrá mejor sabor, porque no es así. El buen sabor lo tendrá aquella que tenga una mineralización equilibrada, es decir, ni dura ni blanda.
Si te ha gustado este post y quieres leer más artículos tan interesantes como éste síguenos en nuestra página de Facebook, Google+, Twitter, Pinterest o nuestro canal de Youtube.
Marian Guinot / Redacción
Desatascos Cubacas