Las cámaras de inspección de tuberías son muy útiles en distintas aplicaciones. Existen cámaras de inspección para todo tipo de tuberías, empezando desde los 15mm en adelante. Con ellas se pueden realizar inspecciones para visualizar el interior de las tuberías para fugas de agua, detectar atascos o cualquier problema que tengan.
Hay varios tipos de cámaras, empezando por las de inspección no invasiva o empujada. Este tipo de cámaras están especialmente orientadas a la inspección de zonas de la red de saneamiento que no requieren su introducción por la misma o de aquellas que, necesitando una visión del interior, su tamaño no permite el paso de ningún robot autónomo. En esta categoría tenemos dos tipos de cámaras: Cámaras con zoom, que son especialmente diseñadas para inspeccionar depósitos, arquetas y conducciones sin introducirse en la tubería, gracias a un zoom con alcance de varios metros. Suelen prolongarse mediante dispositivos telescópicos y cámaras impulsadas manualmente, empujadas mediante pértigas, guías rígidas o en estructuras que aprovechan el arrastre del agua controladas mediante cable. La otra categoría son las cámaras de inspección de tuberías mediante robot. Constan de cámaras de inspección de tuberías motorizadas que, mediante un sistema de circuito cerrado de televisión, registran las imágenes internas de la misma de forma que se obtiene un diagnóstico preciso y completo para determinar el estado de la conducción y localizar posibles averías. La cámara CCTV emite las imágenes a una unidad exterior que las recoge y almacena. El robot que la porta es el que se encarga de situarse en la zona exacta a inspeccionar y de posicionar la cámara en el centro de la sección a lo largo de todo el rango de inspección.
Es el método de inspección de tuberías más eficiente en términos de costo y exactitud para determinar el estado de la red de saneamiento.
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